SOBRE ESTE
PROYECTO
Por allá de los noventa mi abuelo insistía reiteradamente en abrir un negocio para sus hijas. Mi abuelo creía firmemente en que un negocio propio (especialmente una panadería) era clave para asegurar una buena situación económica. Sin embargo, una de las hijas; Beatriz, se empeñaba a que sí, un negocio, pero no una panadería. El pueblo no era muy grande a pesar de estar creciendo, por lo que aunque la panadería fuese un éxito, ofrecería poca innovación.
La idea fue abrir un estudio de fotografía en el pueblo, un estudio propio para sus hijas. Mi abuelo, no muy convencido, accedió bajo la condición de que solo una de las hijas iría a Guadalajara a estudiar. Al realizar un sorteo para ver cuál de sus hijas sería la que estudiaría resultó que Beatriz fue la elegida, por lo que iría a Guadalajara y enseñaría lo aprendido a sus hermanas. Es así como empezó un foto estudio bajo dirección de las hermanas Ramírez Amador en un viejo viejísimo edificio del centro del pueblo.
Fueron muy buenos y divertidos años. Recuerdo jugar en el estudio con mis primos, correr entre las lámparas, escondernos en el cuarto para revelados, hurgar entre los armarios del ático… Fueron 34 buenos años. Ya no hay estudio, su inminente disolución concluyó una realidad que cada día es más distante.
Llegué al estudio 14 años después de que este abriera por primera vez sus puertas y me tomó 15 años no tomar por sentado la bella experiencia que me ofrecía, de él solo logré disfrutar 5 años.
Los remanentes de una parte importante de la vida de muchas personas ahora se encuentran dispersos, eso es lo que pienso mientras observo la vieja y oxidada tapa que cubre el pozo de agua en el jardín de mi abuela, tiene marcas de pintura que forman rectángulos en color negro ¿cómo nunca me di cuenta? Sobre ella pintaban los marcos para las fotografías.
Nunca conocí a mi abuelo, nunca vi a nadie pintar sobre la tapa del pozo, nunca vi su pintura sin óxido y nunca creí que este sería mi esfuerzo por mantener la fotografía como una práctica familiar. Solo nosotros sabemos por qué hacemos las cosas que hacemos. Hablar es parte de entendernos.
Soledades es para contar lo que a nadie parece importarle, por eso quiero leerlos, para conversar entre nosotros. Los invito a desarrollar sus visiones e ideas más personales a través de fotografías, poemarios, ensayos literarios, y general, del modo que consideren adecuado. Hagamos de esta revista, nuestra revista.
Yo estaré deseoso de escucharlos.
- Ricardo O. Ramírez...
16 / 06 / 2025
NUESTRA
MISIÓN Y VISION
MISIÓN
Proveer a los estudiantes universitarios de la ZMG que posean interés en
desarrollarse dentro de las artes, cultura, humanidades y literatura un espacio que los introduzca a las actividades de
gestión cultural a través de publicaciones trimestrales, talleres, promociones publicitarias, y correcciones a
manuscritos, promoviendo así el desarrollo cultural local y el sentido de realización en los estudiantes.
VISIÓN
Ser un referente con el que los universitarios aspiren a colaborar para el desarrollo de sus proyectos literarios,
artísticos, culturales y humanitarios.
GRACIAS
COLABORADORES
Porqué sin las personas que tuvieron fé en nosotros y se decidieron a darnos una mano, no habríamos llegado a ninguna parte.
Este es el resultado de un esfuerzo colaborativo, del cuál se tiene que agradecer a todos, pero especialmente a:
- Enrique Rubio
- Cristina Cóliz
- Santiago Martínez
- Adriana Urzúa
- Geraldine Patiño
- Damian García
- Ivereck Padilla
- Quetzali Robledo